Momentos Poéticos: Abel Silva

Alguna vez me preguntaron cuáles eran mis momentos poéticos. Mi mente divagó por unos momentos tratando de hallar una respuesta contundente. Después de unos segundos entendí que en realidad todo tiene poesía y no es porque los objetos transpiren poemas o reciten versos. La razón radica en que la vida misma es poesía, y en mi vida esos momentos los puedo enumerar de la siguiente manera:
  • El fresco amanecer
  • Las aves que conjugan pequeñas tonalidades cada mañana
  • El agua frio que estremece el cuerpo, cuando cae sobre la piel ligeramente tibia
  • El saltar los charcos y el sonido de mis pisadas que caen como piedras al rio
  • La briza indomable cada mañana revuelve de mil maneras mi cabello

Estas situaciones entre tantas cosas se pueden considerar como momentos poéticos entre otros que me resultan graciosos:

  • Las pataletas de los niños mimados, las rabietas de los consentidos y la risas que ellos provocan con su actuar inocente
  • La tarde abrasadora
  • Un delicioso almuerzo hecho por mi madre
  • La siesta empalagosa del medio día
  • Por ultimo, el manto de estrellas astrales y la luna que me inspira un misterio absoluto



Te dibujo en mis ojos

Tú dibujada ante mí
Eres un cuadro que huele a fresas,
Un sentimiento que plasmo con suavidad sobre el lienzo…
La pintura que mete al mundo en una magia multicolor

¡Oh mujer!
Estas en mi piel, en mi alma,
En mi inconsciente te siento viva.
Es tu perfume lo que embriaga mis sentidos,
Es en ti donde refugio las ilusiones perdidas,
los besos que se cuelan entre la irrealidad.
Sigues viva, siempre que sumerjo mis ojos en la oscuridad…



El orbe en tus manos

Me deslizo por tu piel que huele a frutas,
camino entre el deseo de tus besos
que van cayendo sobre mis labios
y… robo de tu mirada aquel encantador fuego
que quema mi alma

son tus ojos…
aquellos que se posas sobre mi,
los que me llevan
a un campo de flores silvestres,
los que me hacen ver la lluvia
desde el fondo del alma
y los que exacerban
Este deseo de tenerte virgen

En mi lecho…
En este lugar es donde tu cuerpo desprotegido
Busca calor entre mis manos
Este es el espacio donde el orbe se oculta
Tras una manta de estrellas
Y tu brillas como un precioso lucero
que me mira desde el fondo de la eternidad




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